Estos extras son bienvenidos, pero tenemos la sensación de que no se apoyan en una amplia oferta de modalidades. Básicamente, todo se limita a bailar y seguir el ritmo sin más, algo que se podría haber acompañado de pruebas especiales que se salieran de la tónica. Just Dance 2015 ha ido a lo seguro, y no le culpamos, pero echamos en falta un poco de ambición tratándose de una entrega anual.
Esta edición destaca por una mayor integración de funciones online, incluyendo competiciones y marcadores
Lo que no se puede decir es que la presentación no esté trabajada, una tónica ya muy habitual en la franquicia. Los
menús son limpios, elegantes, rápidos y muy intuitivos: ideal para ponerse a jugar sin esperas ni mayores complicaciones. Percepción que se mantiene cuando seleccionas canción y te pones a imitar los movimientos que indican los pictogramas. Seguimos sin entender algunos por su complejidad, pero ahí tenemos al bailarín virtual para sacarnos de más de un apuro.
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